Hay cientos de mitos alrededor del sida, una de las enfermedades más devastadoras del último siglo. Pero esta temida enfermedad no es como parece, ¡olvídate de las leyendas e infórmate!.
Sida y VIH no son lo mismo.
El acrónimo SIDA responde al nombre de un conjunto de síntomas que caracterizan a esta enfermedad del sistema inmunológico denominada Síndrome de Inmuno Deficiencia Adquirida. El agente infeccioso responsable de causar estos síntomas es un virus llamado VIH o Virus de la Inmunodeficiencia Humana, que ataca al sistema inmunitario, concretamente a los linfocitos.
Mitos y leyendas: el sida no es como parece.
Hay cientos de mitos alrededor del sida, una de las enfermedades más devastadoras del último siglo. Pero esta temida enfermedad no es como parece, ¡olvídate de las leyendas e infórmate!
Sólo se contagia por vía sanguínea o sexual.
Si vives con alguien que porta el virus es realmente difícil que te lo transmita. El VIH sólo se transmite si te expones a la sangre, al semen, al flujo vaginal o a la leche materna de alguien con sida. Nunca contraerás el VIH si un enfermo te toca –incluso si tienes una herida- si compartes vasos y platos, o si estás cerca de un seropositivo que tose o estornuda. Un beso en la boca sólo puede transmitir el virus si las dos personas tienen heridas sangrantes, ya que el VIH no se transmite a través de la saliva.
Es un virus humano.
El VIH es incapaz de vivir fuera del organismo. Nunca contraerás el VIH si te pica un mosquito o cualquier otro insecto o animal que haya picado o mordido antes a un portador del virus.
Afecta más a los heterosexuales.
Contrariamente a lo que mucha gente piensa, la idea de que los homosexuales son un colectivo afectado especialmente por esta enfermedad es falsa. Actualmente hay más heterosexuales infectados por el virus.
Las madres seropositivas sí tienen hijos sanos.
Cuando no reciben tratamiento, las madres con el VIH transmiten el virus a sus hijos en un 25% de los casos. Si siguen los tratamientos actuales, este porcentaje disminuye hasta el 2%.
El virus no se nota.
Nunca podrás saber si una persona está o no infectada por el VIH por su apariencia externa. Los infectados por el VIH no tienen por qué tener mal aspecto y pueden parecer perfectamente sanos y no mostrar ningún signo de la enfermedad durante años. La única manera de saber si alguien está infectado por el VIH es mediante un análisis de sangre.
No se contagia practicando deporte.
Nunca te contraerás el virus por usar espacios deportivos con personas infectadas por el VIH, ni siquiera en piscinas públicas, la playa, los vestuarios o aseos, etc. Ningún deporte es una actividad de riesgo.
Sólo el preservativo protege.
El preservativo es el único método anticonceptivo que protege contra las enfermedades de transmisión sexual. Si sólo usas cualquier otro tipo de anticonceptivo, como la píldora, el diafragma, espermicidas o parches, no estás protegido contra el virus.
El virus sí se transmite a través del sexo oral.
Es imprescindible utilizar barreras de látex a la hora de practicar sexo oral, ya que éste sí es una práctica de riesgo.
Los enfermos de SIDA en tratamiento sí transmiten el virus.
Es un error pensar que, cuando un enfermo de SIDA o una persona infectada por el VIH está en tratamiento, no puede transmitir el virus a los demás. La terapia puede mantener el virus a unos niveles casi indetectables, pero sigue estando presente en el organismo y puede ser transmitido a través de las relaciones sexuales, al compartir jeringuillas, o transmitir verticalmente de madre a hijo durante la lactancia.
No es una enfermedad hereditaria.
Sólo el 2% de las madres seropositivas transmiten el virus a sus hijos, y cicha transmisión suele producirse en el parto o a través de la leche materna. El sida no es hereditario y no pasa de generación a generación.
Infectarse con el VIH no es sinónimo de muerte.
En la actualidad, los avanzados tratamientos contra el virus causante del sida han conseguido ralentizar al máximo la evolución de la enfermedad en los pacientes. Aunque aún es una enfermedad incurable, la calidad de vida de los que reciben tratamiento médico es cada vez más alta.
Los portadores del virus también transmiten el VIH.
Se denomina “portadoras” o “seropositivas” a las personas que tienen el VIH en el organismo en estado latente, es decir, que aún no han desarrollado la enfermedad. Los portadores del VIH no presentan ningún síntoma, pero sí pueden transmitir el virus.
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