EL SIDA

¿Practicas el sexo seguro?
El sexo sin protección se ha convertido en la principal causa de contagio del SIDA, hasta un 80% de los nuevos casos se deben a malas prácticas sexuales. Una cifra que podría reducirse practicando sexo seguro.

Sí es sexo seguro.

Prácticas como las siguientes forman parte del sexo seguro: besos, masturbación, frotamientos corporales y cualquier tipo de penetración -anal y vaginal- practicada con preservativo. También debe realizarse el sexo oral con un preservativo, pudiendo recurrir por ejemplo a condones de sabores.
No es sexo seguro.

No forman parte del sexo seguro -y por tanto favorecen el contagio de enfermedades de transmisión sexual- las siguientes prácticas: penetración anal y vaginal sin condón, sexo oral -sobre todo si se tiene algún problema dental o alguna herida abierta por mínima que sea- o la eyaculación en boca, ano o vagina.
Si bebes, cuidado.
El alcohol -y también las drogas- nos convierten en vulnerables porque dejamos de pensar con la cabeza y nace en nosotros un estado de inhibición y de falta de conciencia. Solo pensamos en el calentón que llevamos, en tener sexo sin preocuparnos de nada más. También el alcohol o las drogas nos provocan una falta de coordinación, por ejemplo, a la hora de usar correctamente tanto condones como lubricante y otros juguetes sexuales.
Acaba con los mitos.
En torno al Sida existen muchos mitos. Los hay que todavía piensan que las personas contagiadas tienen un determinado aspecto físico (muy delgados, demacrados, etc.) y que "nadie con Sida puede tener ese cuerpazo". También sigue latente la idea de que si uno no eyacula dentro del ano o de la vagina no hay riesgos o que la persona que penetra tiene menos probabilidad de contagiarse que el que recibe esa penetración. Son todos mitos, falsedades.
Usa siempre condón.
El condón nunca debe faltar en tus relaciones sexuales porque te va a prevenir de contagiarte no solo de Sida, sino también de otras enfermedades sexuales como la Sífilis, Gonorrea o la Hepatitis. Aunque los condones de látex tienen una eficacia del 98%, son la mejor barrera para evitar los contagios en todo tipo de sexo, tanto oral como vaginal y anal. Y encima hoy existen de todo tipo, desde lubricados a retardantes, pasando por preservativos de colores, extra finos o con espermicida.
Alternativa al látex.
Para aquellos que sean alérgicos al látex existe una gama de preservativos hechos de plástico o poliuretano y que son igual de fiables que los condones habituales, aunque eso sí, son algo más gruesos. También son iguales tanto las condiciones de uso como de conservación.
A ver donde guardas los condones.
El lugar donde guardes los condones es muy importante porque de ello depende su óptima conservación y, por tanto, que su eficacia no se vea reducida. Nunca guardes un condón en la cartera -tanto en zona de billetes como de monedas- o dentro de un bolsillo, porque en esos sitios estará en constante rozamiento con otros objetos. Mantenlos en su caja, en un lugar seco y fresco donde no les de la luz solar directa. Y, como cualquier alimento, vigila su fecha de caducidad.
Cuidado con las uñas.
Uno de los momentos donde más condones se dañan es a la hora de abrir el envoltorio bien con las uñas o a mordisco limpio. También debes cuidar el momento en cual el preservativo se coloca en el pene teniendo cuidado de no rasgarlo o dañarlo con las uñas. Si usas lubricante ten cuidado porque puede restar eficacia al preservativo, así que asegúrate que el lubricante que tienes en casa no esté hecho a base de aceite o vaselina. Usa lubricante a base de agua.
Pruebas del Sida.
Si tienes pareja estable, vais en serio y habéis decidido dar el paso y dejar de utilizar el preservativo, no vale con un "estoy bien, estoy sano/a", acuérdate del mito de las apariencias. Lo mejor es que ambos vayáis a un centro médico donde os hagan las pruebas del Sida. Solo de esta manera sabréis a ciencia cierta que ambos no estáis contagiados y que podeés tener relaciones sexuales sin necesidad de emplear el condón. Muchos centros municipales realizan la prueba de forma totalmente anónima y confidencial.
Juguetes sexuales.
Muchas personas utilizan juguetes y artilugios dentro de sus relaciones sexuales. Tanto por cuestiones de posibles contagios de enfermedades sexuales como por higiene no basta con que limpies de forma correcta el juguete antes y después de usarlo. La mejor manera es, por ejemplo en el caso de los consoladores, recubrirlos con un preservativo que se desechará después de su uso.