martes, 1 de diciembre de 2009

EL SIDA AFECTA A TODOS

EL SIDA: LOS FAMOSOS QUE APOYAN LA RECUPERACÓN:
Las celebridades también se han puesto manos a la obra para frenar el avance del sida. Decenas de actores y actrices, músicos y personajes famosos han prestado su rostro a las campañas contra el VIH. ¿Quieres conocerles?.
Richard Gere.
Hace años que el actor presta apoyo a organizaciones dedicadas a la lucha contra el VIH y el sida, y ha colaborado con las Naciones Unidas, además de muchas otras fundaciones, a quienes presta su imagen para concienciar sobre los problemas de las personas que viven con VIH.
Elton John.
El cantante es uno de los famosos más volcados en la lucha contra el sida. Elton John es responsable de la Fundación Elton John contra el Sida, a la que dona una parte de los beneficios que obtiene por sus discos. Esta organización financia programas educacionales para prevenir el sida y para eliminar los prejuicios y frenar la discriminación que sufren los portadores del virus.
Will Smith.
El actor ha sido representante de diversas campañas contra el sida, además de participar en conciertos y galas benéficas para recaudar fondos destinados a luchar contra la enfermedad y sus consecuencias.
Madonna.
Además de participar en gran cantidad de eventos contra el VIH, la reina del pop también ha financiado diversos proyectos en Malawi a favor de los niños huérfanos del sida, entre los que se encuentran un orfelinato y un centro de educación y alimentación infantil.


EL MACHISMO Y EL SIDA

por el Hermano Pablo



La mujer apenas podía contener las lágrimas. Estaba contándoles su historia a oficiales del Seguro Social. Era la misma historia de muchas mujeres como ella, una historia que es drama y que es, a la vez, tragedia.
Se llamaba Rosario Servín, y tenía treinta y nueve años de edad. Vivía en una de las grandes capitales de América Latina, era viuda y tenía seis hijos. Su esposo había muerto de SIDA, y ella también estaba infectada. Rosario acababa de perder su casa, que era la única herencia, además de la enfermedad, que le dejó su esposo.
Tales casos representan una epidemia. Miles y miles de mujeres pueden contar la misma historia. Casadas con un hombre machista, deben aguantar pacientemente todo lo que él haga.
El esposo, que tiene todas las mujeres que quiere, vive en completo abandono y se enferma de SIDA. La mujer no se atreve a decir una sola palabra, ni a preguntar cuántas mujeres tiene ni a ensayar la menor protesta. Lo aguanta todo pacientemente, pidiéndole a Dios que su esposo cambie, pero en vez de cambiar él le transmite a ella el virus mortal.
Se cuenta que cuando Hernán Cortes conquistó México, los príncipes aztecas le traían lotes de hasta veinte muchachas vírgenes para que escogiera la que más le gustara, y distribuyera a las restantes entre sus capitanes. Esa es parte de nuestra herencia. Con la proliferación del machismo, de la lujuria y del pisoteo cínico de las normas divinas del sexo y del matrimonio, ¿cómo no van a haber en las Américas millones de casos de SIDA?
Tenemos quinientos años de «civilización» en nuestros países de habla española. ¿Y a qué hemos llegado? Lo que salta a la vista es un enorme desmoronamiento moral, espiritual, económico y político.
¿Qué es lo que falta en nuestra sociedad? Falta algo que la civilización no ha podido darnos. Falta algo que la cultura no ha podido darnos. Incluso, falta algo que la religión tampoco ha podido darnos. Falta Dios introducido en cada fibra de nuestra vida. Falta una relación personal con el Señor Jesucristo.
Cristo puede entrar en nuestra vida desalojando de nosotros todo lo que es malo. Él puede regenerarnos y limpiarnos, y hacer de nosotros —de cada hombre y cada mujer que se entrega a Él— una nueva persona. Cristo, y no la religión, es lo que salva. Dejémoslo entrar en nuestro corazón. Ese será el principio de una nueva vida. Dejemos que entre hoy mismo. Él quiere ser el Señor de nuestra vida.

www.conciencia.net

No hay comentarios:

Publicar un comentario