Hemos oído muchas veces “controla tus emociones” y en demasiadas ocasiones nos hemos confundido el controlar, con el hecho simplemente de “ahogar nuestras emociones”. Esto es un error porque las emociones no son en sí mismas ni buenas ni malas. La que puede ser buena o mala es la respuesta. En todo caso, las emociones dan pistas que al analizarlas podemos lograr finalmente que trabajen a nuestro favor.
Algunos puntos de relevancia que vale la pena ejercitar para convertir los problemas o reveses en éxitos son:
- Sintonía de pensamientos e interpretaciones.
- Uso de frases motivadoras y diálogos internos constructivos.
- Sentido del humos.
- Relajación.
- Actividad física.
- Uso de técnicas de resolución de problemas.
- Apoyo en nuestro equipo de personas-soporte.
- Reapreciación de metas y establecimiento de otras nuevas.
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