1.- Vive conscientemente
Si no eres consciente de que existes, de tu existencia, de los actos que realizas y de que lo que haces influye en ti y en los demás, iras perdiendo eficacia en todo lo que hagas y perderás el respeto por ti mismo.
Por la mañana, toma consciencia de que “estas vivo”, de que respiras. Tú puedes elegir como será tu día, adonde ir, que hacer, tú decides.
La forma más simple de resentir la autoestima es evadirse de la realidad. Cuando dices “yo sé que tengo un problema, pero prefiero no pensar en eso” te evades. “si, sé que tengo problemas matrimoniales, pero prefiero no verlos.
Sé que tengo problemas mentales o emocionales, pero prefiero no tocar el tema”. Es como el caso del alcohólico o drogadicto que dice: “yo sé cuando parar”; “yo lo manejo cuando yo quiero y como quiero”.
El que dice eso, es un adicto porque vive inconscientemente y su autoestima se resiente.
Algunos dicen “sí, yo se que con mi actitud, con mi carácter podrido estoy dañando a mi familia, pero… no hago nada”.
Eso también es vivir inconscientemente porque si yo sé que con mi actitud estoy dañando a mi familia, tengo que ponerme las pilas y hacer algo.
Por otra parte, si piensas de una manera y actúas de otra, entonces no estás viviendo conscientemente. Tienes que vivir de acuerdo a los valores y a las metas que tienes, ponte de acuerdo contigo mismo y respeta tus creencias y tu opinión.
2.- Acéptate a ti mismo
Aceptarte es una decisión, aceptarte a ti mismo es estar de tu lado y negarte a ser tu propio enemigo. Estar de tu lado es aceptarte como eres, es decir, reconocer tus emociones y las experiencias que has vivido.
Como pienso y como siento, tal vez, cada día tengas que luchar con un pensamiento obsesivo, un pensamiento angustiante o de derrota.
Reconoce que está ahí, reconocerlo no quiere decir que estas conforme con esto sino simplemente debes saber que existe.
Conoce tus debilidades, tus puntos fuertes y tus puntos débiles. Esto te ayudará a ser humilde pero a no humillarte. Hay quienes solamente reconocen sus puntos débiles y nunca sus fuertes.
Tal vez tengas sentimientos o emociones que pueden gustarte o no, pero tienes que aceptar que son tuyos. Por eso cuando alguien te habla de algo tuyo te duele, porque no lo reconoces.
Aceptación significa compasión. La idea de “tengo que ser amigo de mi mismo”, es estar de tu lado. Puede que estés luchando con algunos problemas, que no tengas la vida color de rosa, pero si estas de tu lado te vas a alentar a seguir adelante.
Vas a hacer lo que tengas que hacer y darte palabras de aliento, auto motivarte.
Por ejemplo, elige un sentimiento negativo que tengas y que no te gusta (hipersensible, criticona, gritona). Ahora cierra los ojos y declara:
“Odio ser así. Odio actuar de esta manera”
Abre los ojos y ahora a este sentimiento que te pertenece, acéptalo. “Sí, soy peleona, molesta, mandona, enjuiciadora, perfeccionista, hipersensible, llorona, criticona…”
Le doy permiso para estar en mi vida porque está en mi personalidad. Aceptarse a uno mismo significa aceptar tanto lo positivo como lo negativo que uno tenga.
A algunos no les gusta ver lo negativo, no lo aceptan y le echan la culpa a los demás de sus defectos.
Es más fácil ver la debilidad en el otro que en la propia vida porque hacerse cargo de si mismo incluye tener que hacer un cambio para el que quizás no se está dispuesto.
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